Cultivos bajo casa sombra para evitar los cambios climáticos
Los cultivos bajo casa sombra son aquellos cuyo desarrollo se realiza en condiciones de luz reducida o sombra parcial. Estos cultivos no son exigentes en cuanto a luz solar, lo que permite ubicarse bajo una casa sombra de sombra artificial. Esta práctica de cultivo se ha convertido en una alternativa muy importante para los agricultores, ya que permite aumentar los rendimientos de sus cultivos sin tener que depender únicamente de la luz solar. Los cultivos bajo sombra obtienen mayor producción ya que la luz solar reducida retrasa el desarrollo de los frutos y aumenta la cantidad de alimento. Estos cultivos también son más resistentes a la infestación de plagas, ya que el crecimiento de estas se ralentiza bajo sombra. Además, la reducción de la luz reduce los requerimientos de agua y fertilizantes para los cultivos.
Los cultivos bajo una casa sombra mejoran la calidad del suelo, ya que la reducción de luz solar retrasa la descomposición de los nutrientes. Esto contribuye a mantener los suelos en un estado saludable y a preservar la fertilidad del terreno. Los cultivos bajo casa sombra son útiles para la conservación de la biodiversidad, ya que la malla sombra protege a los organismos. Esto ayuda a mantener una mayor variedad de especies en el ecosistema, lo que contribuye a mantener el equilibrio de la biodiversidad. Los cultivos bajo una casa sombra son una forma eficaz de aumentar la producción y mejorar la calidad del suelo. Esta práctica contribuye también a la conservación de la biodiversidad y permite a los agricultores aprovechar al máximo los recursos de su explotación. Por tanto, los cultivos bajo sombra son una práctica cada vez más utilizada en el mundo agrícola.
Hortalizas que se cultivan bajo una casa sombra
Espinacas
Las espinacas son una hortaliza de hoja verde oscuro que se cultiva en casi todas partes del mundo. Esta planta de la familia de las espinacas es muy nutritiva y contiene una variedad de vitaminas, minerales y antioxidantes. Esta hortaliza se puede cultivar en ambientes controlados como invernaderos, huertos, patios traseros e incluso en interiores. Lo primero que debes hacer para cultivar espinacas es seleccionar una ubicación adecuada.
Las espinacas necesitan un lugar soleado con una temperatura cálida durante el día y una temperatura fría durante la noche. Si estás cultivando espinacas en un invernadero, debes asegurarte de que tenga una buena circulación de aire. Una vez que hayas elegido el lugar adecuado, prepara el suelo para el cultivo de espinacas.
Esta hortaliza prefiere un suelo rico en nutrientes y bien drenado. Puedes mezclar abono orgánico, como estiércol de vaca, en el suelo para proporcionar nutrientes adicionales. Después de preparar el suelo, es hora de sembrar las espinacas. Puedes comprar semillas de tu vivero local o criar tus propias plantas a partir de las hojas de espinacas de tu supermercado local.
Si siembras semillas, necesitas cubrirlas con una capa fina de tierra y regarlas regularmente para mantener el suelo húmedo, pero no encharcado. Las espinacas deben cosecharse cuando las hojas son grandes y vigorosas. Puedes cosecharlas de una en una o cortar toda la planta de una vez. Si cortas toda la planta, asegúrate de dejar al menos un par de hojas en la base para que pueda regenerarse y producir más espinacas.
Rábanos
Los rábanos son una hortaliza muy apreciada en muchos países. Son fáciles de cultivar, pero requieren un cuidado específico para obtener los mejores resultados. Para comenzar un cultivo de rábanos, primero debe elegir un lugar en su jardín o terraza que reciba suficiente luz solar.
El suelo debe ser fértil, fácil de trabajar y bien drenado. Se recomienda agregar abono orgánico al suelo antes de comenzar el cultivo. Es importante tener en cuenta que los rábanos no toleran temperaturas por encima de los 20 °C. Por lo tanto, los cultivos deben iniciarse en primavera y terminar antes de la llegada del calor. Una vez que el lugar y el suelo estén preparados, se pueden sembrar las semillas.
Estas deben ser enterradas a una profundidad de 1-2 cm y se deben mantener húmedas. Una vez que comienzan a germinar, se deben espaciar las plantas a una distancia de 10-15 cm entre sí para proporcionarles suficiente espacio para crecer. Es importante mantener el suelo húmedo durante el crecimiento de los rábanos, pero evitar el encharcamiento. Además, se deben realizar aplicaciones de fertilizante durante el crecimiento para proporcionar nutrientes a las plantas. Es importante controlar los insectos y las enfermedades durante el cultivo de los rábanos.